ENTREVISTA. Nicolle y Broitman, documentando raíces y pasiones

Por. Nahomi Martínez



A principios de este año, tuve el inmenso gusto de conocer a Ricardo Massun y su Ensamble Louis Berger, una agrupación musical integrada por músicos que no sólo rescatan y revalorizan la música barroca latinoamericana, sino que lo hacen con un alto sentido del valor real que tiene el rescate, conocimiento, reconocimiento y difusión de los elementos que influyen en el reforzamiento de la identidad cultural, ese lazo que se crea de saber de dónde vino, cómo nació y de qué manera la música barroca llegó a Latinoamérica. Y la verdad, es que, luego de conversar y conocer a este apasionado y experimentado músico argentino, entendés, el por qué nace “Un sonido original de América”, de la mano de Antony Nicolle y Ariel Broitman.

En la ansiosa espera del estreno del documental en el país, conversamos con sus directores de manera exclusiva para Expertos en Arte FD Magazine. “Un sonido original de América” será un viaje increíble e interesante por nuestra historia, nuestras raíces, y una manera de “acercar” y “bajar a tierra” las bases de un recorrido musical histórico, que lejos de no pertenecernos, nos envuelve y nos cruza a cada uno.



EeA: ¿Cómo nace el interés y la idea de documentar al Ensamble Louis Berger? 

Antony: Antes de conocer a Ricardo, había pensado en hacer un documental sobre la ópera de San Ignacio de Dominico Zippoli, interpretado por chicos y chicas adolescentes de Bolivia. Por distintas razones no puede concretar ese proyecto. Varios años después, en un cumpleaños, un amigo me presenta a Ricardo diciéndome “te va a interesar mucho lo que hace este loco”. Y tenía razón, me intereso tanto que le dije a Ricardo después de charlar 10 minutos con él, que lo quería volver a ver con un amigo para hacer un documental. El me miró tipo “este franchute está pasado de vinito”. 

El día siguiente lo llamo a Ariel para contarle. Un par de semanas después estábamos tomando un café los 3 en el bar “Cádiz”*.

Ariel: No dude ni un instante, conocer a Ricardo y su obra, fue maravilloso.  Además, nuestro amor compartido por lo jesuítico facilito que abordáramos el proyecto con un entusiasmo único.


EeA: ¿De qué manera se formó el equipo y los vínculos que se fueron generando antes y durante de la producción? 

Antony: Con Ariel, nos conocimos en 2006 en una escuela de astrología donde estábamos estudiando. Nos hicimos amigos. Y nos dimos cuenta que teníamos el mismo maestro, el escritor y pensador Angel Faretta. Creo que eso facilitó las afinidades estéticas si se puede decir así. Creo también, que hay como una historia de buena voluntad y amistad a lo largo de todas las etapas del desarrollo del filme.

Ariel: Es verdad, quizá la amistad fue el denominador común para poder realizar el documental.
Primero fue un amigo personal que nos prestó el dinero para poder viajar a Bolivia por primera vez.
Después se sumó el interés y apoyo de CAF (Banco de desarrollo de América Latina) a través de Christian Asinelli.

Antony: Finalmente, Alanorte Cine también se interesó y unos de sus socios termino realizando la dirección de fotografía, Gaston Delecleuze.

Con Ricardo, la amistad fue creciendo a través de los casi 3 años de rodaje, los viajes a Bolivia, Brasil, Paraguay y Vaticano nos unieron cada vez más.

Como me decía una de sus músicos “Ese hombre es una fuente de inspiración permanente, tiene tanta pasión con todo lo que hace”.

Durante la producción – filmación, conocimos a Cristián Roth, un ser excepcional con quien decidimos dar más lugar en la historia, ya que era el heredero espiritual y también profesional de la obra de su padre.



EeA. ¿Qué sueñan con la realización de este documental? 

Antony: Que se pueda conocer algo de la magnífica historia de los hombres de San Ignacio.
Que se pueda transmitir la historia de la pasión de un hombre – Ricardo -  por lo que hace. El valor y necesidad de la vocación para el ser humano. Que pueda llegar y gustar a mucha gente.

Ariel: Toda narración tiene o debe tener al menos 2 capas, la primera es la fábula, a mí me gusta llamarla la excusa. En este caso, es la historia de Ricardo y su obra. Pero además, está la segunda capa o historia. Y en el filme, es la obra de los jesuitas. Claro que debe haber un correlato entre estas 2 capas, y eso es lo que intentamos hacer.



EeA: ¿Cómo fue el proceso creativo de este proyecto? ¿De qué manera las personas que se vieron involucradas cambiaron o enriquecieron la realización?

Antony: Yo diría que toda la gente que fuimos encontrando aportaron algo con sus diversas creatividades, roles y vocaciones. De un lado y del otro de la cámara. Parece obvio, o un lugar común, pero es verdad. Es también la magia de este deporte de equipo: el cine. Yo les agradezco a todos por aportar su creatividad, ciencia, conocimiento, saber con generosidad para mejorar el film que se está haciendo cuando se hace. Sin ellos, uno no podría filmar otra cosa que su propio ombligo.
Ariel: Además, el mismo proceso de investigación al tema nos permitió encontrar analogías, recursos y distintos elementos de la puesta en escena para poder volcarlos al relato. Un ejemplo es haber encontrado los relatos que los jesuitas hacían a su llegada en América, las denominadas “cartas Annuas”.

Estos manuscritos de los jesuitas nos hicieron trazar una analogía a la escritura que Ricardo hace en la película, como un diario de viaje, que termino por estructurar todo nuestro relato.

EeA: ¿Qué elementos consideran indispensables a la hora de elegir un tema para dirigir/producir un documental? 

Antony: Que tenga una resonancia con el alma de uno. “El mundo como voluntad de representación” como dice mi maestro Angel Faretta.


EeA: ¿Cuáles son las recomendaciones que pueden brindar a los jóvenes que incursionan en la dirección en el mundo de la producción audiovisual independiente? 

Antony: Ganas, muchas ganas y, ganas de verdad. Con paciencia, dedicación, entusiasmo y perseverancia.



EeA: ¿Qué beneficios y que desventajas consideran que son más influyentes en la producción de audiovisuales de corte documental en el país?

Ariel: Creo que el documental se sigue viendo como el hermano menor de la narrativa cinematográfica, sin embargo, nadie discute la proliferación y explosión de este género a nivel mundial.

La ventaja que tiene es justamente que su despertar tardío, nos permite experimentar una cantidad de recursos que parecen ilimitados.

Debo decir también, que, a mi gusto, lo que vemos, no es precisamente, lo más atractivo. Pero entiendo que es una suerte “mal de la época” Y además no es exclusivo del documental sino también de la llamada ficción.

Nuestro documental viene justamente a reivindicar una tradición narrativa, bastante perdida, de una manera de contar. Ojalá así se entienda.

Los festivales del mundo llaman a los directores a presentar sus obras lo más excéntricas, vanguardistas y “modernas”. Nosotros, por nuestra cuenta, seguiremos intentando ser lo más “clásicos” posibles.



EeA: ¿Qué planes tienen para el 2018?

Estrenar el documental en Argentina y en otros países.
Escribir historias esperando poder filmarlas. En francés hay dos palabras distintas para expresar los dos significados de la esperanza. L’espoir que es la activa esperanza espiritual y vital, y attendre que es la mera pasividad que algo pase a mejor.


* Cádiz es una ciudad con puerto grande al sur de España donde los jesuitas zarpaban para venir a América.

+ info: www.facebook.com/ensamble.louisberger 

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